Amábile fue la segunda de catorze hijos ( 9 hombres y 5 mujeres) del matrimonio de Antonio Napoleone Visintainer e Anna Pianezer, una pareja de pobre condición económica pero muy rica en virtudes cristianas. Fue bautizada al día siguiente de su nacimiento y confirmada en el año 1874.
El año seguiente, 1875, con tan solo 10 años, emigró con sus padres y hermanos para Brasil instalándose en el Estado de Santa Catarina en la región sur del país. En aquella época, la región de Santa Catarina había recibido una gran cantidad de imigrantes que llegaban en búsqueda de mejores condiciones de vida. Los Visintainer vivieron en la pequeña "Vígolo". El nombre de esta villa, así como de muchas otras como por ejemplo "Benzenello", "Valsugana" y la central "Nova Trento" hacían referencia a las homínimas europeias de dónde las familias de estos imigrantes habían partido.
Recibida la primera comunión a los 12 años, Amabile comenzó a participar de la vida parroquial de la "Vígolo catarinense", encargándose de la catequesis de los niños, de la asistencia y visita a los enfermos y de la limpieza de la Capilla de la villa.
En una región desprovida de casas religiosas y ante la necesidad de cuidar de los muchos enfermos, Amabile, a los 25 años, movida por el deseo ardiente de vivir la caridad efectiva y servir solidariamente a los demás, con la permisión de su padre y la del P. Marcello Rocchi,SJ., dejó la casa paterna y junto de la amiga Virginia Nicolodi pasó a residir en una casilla, en la misma villa de Vígolo, para cuidar ahí de una mujer desamparada. Eso sucedió en el día 12 de julio de 1890. Esta fecha es considerada como la fecha fundacional de la obra de la Madre Paulina.
En 1895, el pequeño grupo que se formara en torno a Amábile en Vígolo y que luego se habían transferido a la central Nova Trento, recibió la aprovación del Obispo de la ciudad de Curitiba, D. José de Camargo Barros, con el nombre de Filhas da Imaculada Conceição (Hijas de la Inmaculada Concepción). En diciembre del mismo año, hicieron votos religiosos y Amabile Lucia Visintainer recibió el nombre de Hma. Paulina do Coração Agonizante de Jesus.
El Instituto comenzó en extrema pobreza, hecho que hizo con que las hermanas, además de seguir cuidando de sus enfermos y de los trabajos en la parroquia, tuviesen que trabajar en el campo y en la pequeña indústria téxtil de Nova Trento, ya entonces en gran desarrollo.
Depués de la fundación
de las casas de Vígolo y Nova Trento, en 1903 Madre Paulina
se transferió a São Paulo, seguiendo el consejo y la invitación
del P. Luigi Maria Rossi, S.J., que había sido nomeado Superior
de la Residencia de São Paulo e que había sido el párroco
de Nova Trento desde 1895 y conocía muy bien la obra de Madre
Paulina. En las vísperas de la transferencia para São
Paulo el P. Rossi, quien poseía las facultades para la dirección
de las Filhas da Imaculada Conceição, cuidó de
la organización jurídica de la Congregación con
un Capítulo celebrado en febrero de 1903, en el cual Madre Paulina
había sido electa Superiora General "ad vitam".
Poco tiempo después, en la colina del Ipiranga, ciudad del interior del Estado de São Paulo, junto a una Capilla ahí existente, inició la obra de la "Sagrada Família" para abrigar a ex eclavos, luego de la abolición de la esclavitud en 1888.
El goberno de Madre Paulina duró 6 años, dentro de los cuales, con el florecimiento de las vocaciones, permitió a la Fundadora realizar la fundación de otras tres Casas en el Estado de São Paulo.
En el año de 1909 la Fundadora empiezó a sufrir una fuerte prueba. Humillaciones materiales, incomprensiones de algunas de sus propias "hijas" y una intensa experiencia de "noche oscura del espíritu". En este periodo, Madre Paulina pasó a vivir en la casa fundada por ella misma en la ciudad del interior de São Paulo, Bragança Paulista. Estos años de prueba fueron considerados por el P. Rossi como una clara permisión de Dios para que Madre Paulina se tornase "víctima de amor y de reparación" por la santificación de sus hijas.
En 1918, pasados los momentos de dificultad, Madre Paulina fue llamada a la Casa General en São Paulo con pleno reconocimiento de sus virtudes para servir de ejemplo a las jóvenes vocaciones de la Congregación, que desde 1909 asumiera el nombre de "Irmãzinhas da Imaculada Conceição" (hermanitas de la inmaculada concepción).
En el periodo que va de 1918 a 1938, Madre Paulina distinguiose por la constante oración y por la amorosa y continua asistencia a las hermanas enfermas. Y fue a partir del este año, 1938, que empiezó su "Via crucis" de sufrimientos por por causa de la diabetes: de progresivas amputaciones del brazo derecho hasta la ceguera total. El 9 de julio de 1942 con la habitual jaculatoria en los labios: "hágase la voluntad de Dios", fue convocada a la casa del Padre, falleciendo piadosamente en el Señor.